La siguiente es una traducción del texto original en inglés de Hilary Barrett (quien no habla español) realizada por Verónica Lassa como aporte al Yijing en su viaje por los siglos.
Si hay comentarios u observaciones que puedan mejorar las versiones en español, contactar a Verónica a través de https://urdirlatrama.blogspot.com.ar/p/i-ching.html para que se tome debida nota.
¡Muchas gracias!
Cuando realizamos una consulta al Yi Jing con los tallos de milenrama o con algún otro método (como cuentas o similares) que tienen las mismas posibilidades en sus tendencias hacia la estabilidad y la transformación, nos damos cuenta de que el hexagrama 2 se obtiene con bastante frecuencia como hexagrama derivado. Esto se debe a que, con los tallos, hay más posibilidades de que las líneas yang en el hexagrama principal muten a yin en el derivado. Por lo tanto, el hexagrama derivado suele tener más líneas yin que yang.
Dejando a un lado la fastidiosa (e increíblemente aburrida) pregunta acerca de cuál manera de consultar es la ‘verdadera’; a mí se me ocurre que el hexagrama 2 es el hexagrama derivado por excelencia. Es una respuesta arquetípica para que se tome la iniciativa, provenga de donde provenga; y es también el modo arquetípico de lograr que las ideas creativas devengan resultados concretos y visibles en el mundo. Eso es lo que la tierra hace: recibir las semillas y dar sustento a lo que crece en ella.
Cuando el hexagrama 2 es el derivado nos resulta tan inmenso que nos cuesta mucho verlo. En términos generales, indica que uno no es parte de ese impulso que hace que lo que está cambiando mute, y que no depende de uno que las cosas sucedan, si no, más bien, que uno consiente a las cosas para que sucedan y aporta la propia fuerza para que puedan crecer. También da la idea de permanecer abiertos, (ya que, obviamente, para que obtengamos este hexagrama cada línea yang del hexagrama principal cambia) e indica que todos los proyectos e ideas se están abriendo a la posibilidad de hacerse realidad.
‘Tierra.
Elevado logro propiciante por la perseverancia de una yegua.
El noble tiene una meta.
Al principio: confusiones. Después: adquiere el señor, la cosecha.
Suroeste: se adquiere un socio.
Noreste: se pierde un socio.
La tranquila perseverancia trae ventura’.
La tierra representa ese poder colosal de consumar las cosas. No hay nada que pueda tener forma sin ella. Para alcanzar ese poder, primero hace falta tener la perseverancia de una yegua. Esto implica delicadeza y fuerza, y, sobre todo, apertura y sensibilidad para dejarse guiar. Los caballos tienen una percepción muy aguda de lo que pasa a su alrededor. Piensen en las orejas que pueden girar en todas las direcciones, y en su visión de 360 grados. Miren cómo responden, al instante, ante cualquier estímulo por muy sutil que sea.
Luego, hay que ser como el noble y tener una meta. Hay una idea equivocada de que este hexagrama se trata de quedarse quieto, de esperar a que llegue la guía para que se la pueda seguir. No es así. Se puede tener la perseverancia de una yegua y no ser la bestia que lleva la carga. Para poder entregar toda nuestra fuerza a una tarea debemos tener una meta en mente, un ideal al cual seguir.
Lo que no hace falta es tener el mapa de ruta con todos los detalles. Es decir, no hace falta que sepamos cómo se hará la tarea, ni cuál será el resultado que obtendremos al final. Este hexagrama, especialmente cuando nos sale como derivado, en un estímulo para que nos pongamos manos a la obra. Los caballos no son un simple adorno de los campos, son un conjunto de fuerza y músculos que los hombres valoran por el trabajo que son capaces de realizar. No hace falta que sepas el final para que empieces por el principio.
Este es uno de los significados de esta línea:
‘Al principio: confusiones. Después: adquiere el señor, la cosecha’.
Cuando recién te abres a la guía, cuando recién te pones manos a la obra, te encontrarás con una cantidad de opciones y señales que te resultarán confusas. Pero si sigues adelante encontrarás el señor a quien se puede servir. (El ideograma para ‘señor’ es una lámpara encendida, algo que podemos reconocer como un faro, una orientación).
Otro significado de esta línea es que, si intentamos ir al frente, si nos creemos los pioneros, vamos a terminar perdidos en medio de todas las posibilidades. Da igual que tan ancho y libre sea el camino, nuestros ancestros han pasado por allí antes que nosotros, y lo mejor es que nos sometamos a su guía.
Además, Yi nos da estos imaginarios del suroeste y el noreste, ese paisaje en el que deberemos orientarnos si es que deseamos ver algo realizado. En el suroeste están las personas con las que podemos trabajar, los aliados posibles. El impulso personal se inclina hacia el noreste, un territorio desconocido, nuevo. Hay que encontrar un equilibrio aquí. Cuando tenemos un señor recibimos sus indicaciones y tenemos un sentido más profundo de la orientación. Adquirir socios significa recibir apoyo, y contar con una perspectiva del asunto más amplia. Esto lo entenderás si alguna vez has participado en una red comunitaria entre personas de ideas afines. Allí encuentras puntos de vista y aperturas que te perderías si te obstinas en hacerlo por tu propia cuenta.
Todo esto culmina en una ‘tranquila perseverancia’ (el ideograma de ‘tranquila’ es una mujer bajo un techo). Dado el contexto, no creo que signifique que haya que buscar la seguridad entre cuatro paredes sino, más bien, que hay que hacer de la tierra vastísima, un hogar. Y, por supuesto, también significa ponerse manos a la obra, porque la mujer en el hogar tampoco es un simple adorno de la casa.