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El Hexagrama 19 y los antepasados

La siguiente es una traducción del texto original en inglés de Hilary Barrett (quien no habla español) realizada por Verónica Lassa como aporte al Yijing en su viaje por los siglos.

Si hay comentarios u observaciones que puedan mejorar las versiones en español, contactar a Verónica a través de https://urdirlatrama.blogspot.com.ar/p/i-ching.html para que se tome debida nota.

¡Muchas gracias!


Hace poco he tenido algunas experiencias con el hexagrama 19 que me gustaría compartir. Para poner esto en contexto (la versión completa de la historia está en una de las entradas del Círculo de Consultas) y decirlo en pocas palabras: pasé unos días bastante feos con mi suegra internada. (Ya está en casa y se encuentra mejor. Tiene un turno con el médico la semana que viene).

Cuando cayó enferma el mes pasado pregunté a Yi… bueno… me gustaría decir que le pedí consejo, pero en realidad empecé por pedir un diagnóstico. Me respondió con el hexagrama 8 sin mutación. Tuve la sensación de que no se trataba de un diagnóstico, sino de que me mandaba a consultar a ‘la fuente de mi consulta al oráculo’ ¿por qué había hecho la pregunta? y ¿cómo retomar a partir de allí? Así lo hice, y pregunté por mi papel o mi lugar en el desarrollo de todo esto.

Recibí el hexagrama 19, Acercar, sin líneas. Tenía que dar un paso al frente, velar por mi familia —ser la persona que tuviera el panorama de la situación y se ocupara de dar los cuidados—.

‘Sobre el lago está la tierra. Acercar.
El junzi enseña y reflexiona sin agotarse,
Acepta y protege a las personas del pueblo sin trazar fronteras’.

Tiene sentido para mí. No tanto por el hecho de que no se trata de un pariente de sangre —la quiero como si fuera mi madre— sino porque ‘ya he pasado por esto’. Mi madre tuvo largas temporadas en las que entraba y salía del hospital.

Por lo tanto, tengo que hacer el hexagrama ‘Acercar’. Es decir, tener siempre en el horizonte a los demás, ir hacia ellos, estar atenta a toda la situación. Estar presente en mis sentimientos y estar disponible como el agua que brota desde adentro de la tierra. Todo lo contrario a encerrarse o a salir corriendo para el otro lado —como bien podría haber querido…—

Aquí debo hacer una pausa y una digresión, respecto del 19 en general, antes de contarles sobre los antepasados que se ‘Acercaron’.

‘Acercar.
Desde la fuente tiene éxito, propiciado por la perseverancia.
Llegada en el octavo mes trae peligro’.

(Ya sé… no es esta la traducción que aparece en mi libro. Después de mucha investigación, ayer, creo que hay un error en mi traducción. No es posible que signifique ‘llega al fin en’. Por suerte, no cambia demasiado la interpretación).

El antiguo ideograma de ‘Llegada’ es una flecha que ha impactado en el suelo. Ya llegó, no se sigue acercando más. Acercar significa yuan heng li zhen, desde la fuente tiene éxito, propicio por la perseverancia: una enorme potencia positiva que lleva a la consecución. ‘Acercar’ supone un estado de potencia latente, una tensión. Si llego al octavo mes, al tiempo de la cosecha, y salgo a cosechar resultados, pierdo esa potencia. Cuando la flecha cae, la energía de la cuerda del arco ya se ha descargado y se ha perdido, entonces el movimiento del vuelo que ‘Acerca’ ha terminado. En términos más prácticos, si se ha cernido la guadaña sobre el grano, ya no podrá seguir creciendo.

De modo que si te sale el 19 cuando lo que necesitas son resultados, no andas con suerte. Pero, además, si en una época de 19 dejas que tu panorama se reduzca a lo que se puede conseguir, estás perdido. Es posible que los resultados sean malos pero, en cualquier caso, hay algo todavía mucho mayor que se pierde (y, según muchas de las consultas que guardo en mi diario, lo que se pierde es la empatía y las relaciones).

En mi caso no tenía nada que conseguir en el hospital, ni manera de influir en lo que pasara, no había nada a qué aferrarme, de modo que lo único que hice fue Acercarme. Me llevé el hexagrama conmigo un día tras otro (a veces creo que que Yi nos da respuestas sin cambios para que así sean más fácilmente ‘transportables’).

Sin embargo, el hexagrama 19 también tiene la interpretación de Àcercamiento’ de los antepasados benévolos. Me acordé de esto una mañana cuando iba camino al hospital, y comencé a pensar en los antepasados cuya ayuda me vendría bien. La de mi padre, sin duda, —un hombre muy paciente y muy sereno—. Y la de mi madre, con su capacidad de organización y de ‘dejar las cosas listas’. En el preciso momento que pensé en llamarla, pude oírla decir ‘¿En qué puedo ayudar?’

Esas serían sus exactas palabras. A partir de eso me compenetré más con la idea. Cuando llegué al hospital, llegué acompañada de padres, abuelos y un montón de viejos amigos —brillantes e indomables— de Willows (un centro de día para ancianos en el que tuve la suerte de trabajar como voluntaria durante una década), de uno de los amigos de mi madre —muy agudo y decidido— y hasta de un par de perros. ¡Una fuerza imparable e inagotable! Recurrí a ellos todo el día y todo el día me estuvieron ayudando.

Al día siguiente, me sentí un poco reticente a hacer lo mismo otra vez, me pareció que era pedir un poco demasiado. Por suerte, un par de personas de Willows que no tenía ningún problema en reírse de mi y de mis disparates, me dijo que era una tontería y así, mi muchedumbre de antepasados y yo, volvimos a ir juntos al hospital. Algunos aportaron una fortaleza muy adecuada para que el personal médico respondiera servicialmente. Otros, aportaron una fuente inagotable de paciencia y cuidados. Y, algunos más, aportaron su experiencia para hacerle saber a la enfermedad quién era la que mandaba.

Quisiera dejar en claro que, en mi experiencia, no se trató de un vuelo de mi imaginación o de mis recuerdos, no era únicamente que me inspiraba en el ejemplo de todas estas personas. Lo hago muchas veces, pero esta vez era diferente, ellos estaban allí. En un momento especialmente tenso comencé a pensar qué habría dicho mi padre, y me di cuenta —en un instante de extraordinaria lucidez— que era exactamente, palabra por palabra, lo que yo (él) acababa de decir. Mi padre ya se había Acercado.

Se dice que el hexagrama 19 puede querer decir que uno es quien se acerca o que alguna fuerza benévola se acerca a uno. A primera vista parece no ser del todo satisfactorio (bueno, pero a cuál se refiere? ¿Uno se acerca o algo se acerca a uno?). Resulta ser que se refiere a ambas cosas a la vez, y para estos últimos días que me han tocado vivir, no podría haber sido de otro modo. No había manera de que yo hubiera podido ‘Acercarme’ durante tanto tiempo si mis antepasados no hubiesen, también, venido cerca mío. Es un recurso realmente inagotable, como el lago bajo la tierra.

Gracias a mi mamá, mi papá, mis abuelos, Daphne, Kitty, Rhoda, Dorothy, Vi, Joan, Candy, Meg…

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