La siguiente es una traducción del texto original en inglés de Hilary Barrett (quien no habla español) realizada por Verónica Lassa como aporte al Yijing en su viaje por los siglos.
Si hay comentarios u observaciones que puedan mejorar las versiones en español, contactar a Verónica a través de https://urdirlatrama.blogspot.com.ar/p/i-ching.html para que se tome debida nota.
¡Muchas gracias!
El hexagrama 1 es de tal simplicidad que por eso mismo es difícil de comprender. Su forma ya es simple:
Seis líneas enteras, yang, puras, firmes, una luz sin sombras, sin matices, sin espacios, sin ‘dibujo’.
El sentido de estas seis líneas resulta más sencillo de comprender si se mira al hexagrama 2 como su contrapunto, la Tierra: seis líneas yin, abiertas:
‘La Fuerza de lo creativo es firme; la Tierra es abierta.’ (Zagua) Las líneas enteras hacen, las líneas partidas se dejan hacer. Como la tierra es abierta podemos trabajarla, cavarla, darle forma, modificar lo que crece en ella. En cambio, “el cielo representa el movimiento que jamás se detiene”, el tiempo pasa, es incesante, y no hay nada que podamos hacer al respecto.
También el texto es simple. Mientras que el hexagrama 2 tiene el adorno de las imágenes (la yegua, el noble que encuentra su camino entre la confusión y la luz brillante de su ‘señor’, los puntos cardinales, los amigos, la tranquila perseverancia en el retorno); del hexagrama 1 el oráculo dice únicamente lo siguiente:
乾元亨利貞
Los cinco carcteres del hexagrama: Qian, Yuan, Heng, Li, Zhen
Qian.
Lo creativo obra elevado logro
Propiciado por la perseverancia.
¿Qué es Qian?
El nombre del hexagrama no es precisamente muy asequible. Una persona en la que se puede confiar que, de existir un significado, va a desentrañarlo en los ideogramas antiguos, es Harmen Mesker, y él dice que ‘no sabe cómo traducirlo’.
Su profundo análisis de Qian se concentra en las partes de la izquierda y las de arriba a la derecha, que para él representan el estandarte izado en medio de un poblado. De modo que Qian es el centro, la prioridad, la fuente de la identidad; lo miras y acomodas tu vida en torno a él. Encaja muy bien en la asociación de Qian con el cielo, el sol (uno de los componentes del ideograma) y las estrellas: los miras para saber la hora, y ordenar tu vida en consonancia. La vara del estandarte puede que también representar el fiel (Gnomon) del reloj de sol.
En el excelente libro Duke of Zhou Changes de Stephen Field, el Hexagrama 1 se llama ‘El enérgico’ y dice que ‘el significado de Qian proviene de la mano derecha del elemento de abajo en el ideograma que representa el “rulo” de un retoño que recién brota. El carácter chino completo significa “brotar hacia arriba” y hace referencia a la energía del crecimiento primaveral’. No estoy segura, pero creo que este es el elemento del ideograma que Harmen no considera importante en su significado.
Yo creo que ambos significados —el estandarte y el retoño— vienen juntos en este hexagrama. Por un lado significa la verdad absoluta —la respuesta a todos los ¿por qué?— y por el otro, también, el cómo esa verdad se revela: en movimiento, con una incesante energía creativa. La verdad en movimiento es la Fuerza de lo creativo. Mueve las estrellas, hace que de los robles nazcan bellotas. El Tuanzhuan del hexagrama 1 dice,
‘Pasan las nubes, acude la lluvia y todos los seres penetran como en una corriente en las formas que les son propias’.
(traducción de Bradford Hatcher)
La Fuerza de lo creativo es ineludible e irreductible No cambiará su forma por nosotros —por eso Qian es el centro y debemos construir en torno a él.
Por ultimo —aunque, en realidad no está ni cerca de ser lo último— el carácter Qian aparece en los textos en el Yijing. En la línea 3 del 1, ‘El noble consuma el día: Qian, Qian. Anochecer, sobrecogimiento, como adversidad’. Cuando muta va al hexagrama 10, La Pisada, Pisar (la cola del tigre). El dibujo asciende desde una energía creativa que no descansa (el artista que se olvida de comer y de dormir porque se encuentra riesgosa y maravillosamente cerca de la Fuerza de lo creativo). Y en la cuarta y quinta líneas del hexagrama 21, Qian tiene el sentido de ‘seco’, como de carne secada al sol. Quizá el noble del 1.3 también se seque al sol por estar tan expuesto a este poder implacable —se me secó la cabeza, decimos— y, sin embargo, la línea nos dice que eso es sin ninguna tacha.
Yuan heng li zhen
Yuan heng li chen —que habitualmente se traducen como ‘lo creativo obra elevado logro, propiciado por la perseverancia’ —son palabras fundamentales en el Yijing que, con sutileza, se combinan y estrenan variaciones a lo largo de casi todos los textos de los hexagramas. Como aparecen con tanta frecuencia, es fácil que las pasemos por alto y busquemos algo más colorido y fácil con qué conectar los siignificados. Sin dudas, es un error.
Yuan significa fuente, origen, cabeza, primero, como los ancestros fundadores. Aunque muchas veces se traduce por ‘grande’ en las lecturas, señala algo que es grande porque está en el origen, conectado con la fuente. En términos humanos, piensa en la inspiración, en el motivo, en la gran idea original. (Sin embargo, la idea de Yuan puede ser mucho más abarcadora. Todo tiene un origen).
A Heng se lo traduce normalmente como ‘éxito’. Su significado antiguo está vinculado con las ofrendas. Aunque ‘ofrenda’ no es una traduccción que lo abarque, porque en Heng hay ida y vuelta. Como el término ‘conversación’ en español que significa reunirse con-, viene de comensal, de los que comparten una mesa con otros, y su acción es volver y devolver las cosas. Si se piensa un poco, una ofrenda que se hace y se devuelte se parece mucho a la definición de éxito. Cualquier acto con Heng se conecta con la más profunda realidad hasta volverse poderosa en términos espirituales —funciona como una reunión en la que se comparte la mesa con los espíritus.
Yuan heng se traduce como una frase: ‘Lo creativo obra elevado logro’, u ‘ofrenda primordial’. Se trata de una ofrenda aceptada que está abierta y conectada con la fuente (una acción existosa impulsada por la idea que le dio origen).
Li significa casi literalmente ‘ventajoso’, logro: el antiguo ideograma muestra la espiga madura y el cuchillo que la corta. Li obra elevado logro —obtiene resultados— ‘propiciados por la perseverancia’, según Wilhelm/Baynes.
Zhen, al igual que Heng, tiene un significado antiguo y uno derivado. Originalmente significa el acto de la ‘adivinación’, todo el acto, la conversación completa desde que planteamos la pregunta con nuestro propósito hasta que obtenemos la respuesta. De aquí surge la idea de ‘perseverancia’. Hemos recibido la respuesta del oráculo en toda su plenitud, la reconocemos adentro nuestro y se nos pide que nos aferremos a ella. Todo el acto de la adivinación —desde el propósito claro del principio, pasando por las advertencias y afirmaciones del oráculo hasta la internalización de la respuesta— todo debe traducirse en acciones coherentes y perseverantes.
Li Zhen también es una frase: Li califica a Zhen, es decir ‘adivinación ventajosa’. Pero no se trata simplemente de una ‘bonita respuesta positiva’ sino de que todo el acto de adivinación es ventajoso.
La expresión completa, Yuan heng li zhen, solo se da en unos pocos hexagramas. Cuando aparece, señala que está obrando un tremendo impulso creativo que viene de la fuente y penetra la realidad. Hay algo que quiere suceder, hacerse presente en el mundo.
La mayoría de los restantes 63 hexagramas contienen variaciones del patrón yuan heng li zhen, y cada una de ellas tiene su propio sentido. Sin embargo, el hexagrama 1 es la materia de todas las demás variaciones: el patrón absoluto de la adivinación-puesta en-acción (o la verdad-puesta en-acción) sin calificativos ni condiciones. Es la misma simplicidad que se plasma en las seis líneas activas yang: pura luz, sin sombras. El Wenyan dice de Qian que ‘su verdadera grandeza consiste en el hecho de que no se dice nada acerca de los medios a través de los cuales propicia [a Li]’.
Su grandeza consiste en ello —y honestamente, también en ello consiste la dificultad de encontrar el sentido de este hexagrama en las consultas. El cielo no tiene “asas” de donde nosotros podamos tomarlo. ¿Qué hacer con el hexagrama 1 como respuesta a una consulta salvo decir, ‘¡Caray! debe haber mucha energía creativa dando vueltas…
Los dragones volando en el cielo
Para cuestiones concretas obviamente uno lee las líneas que mutan, y allí, por lo general, uno se encuentra con dragones. No se nombra al dragón en las lineas 3 y 4 (las líneas del hombre) del hexagrama, pero está implícito, sobre todo en la 4. Si alguien tuviera dificultades para hacerse una idea del hexagrama 2, le recomendaría que pasara un rato con los caballos para comprender eso de la ‘perseverancia de la yegua’. Con el hexagrama 1…. Obviamente es más complicado.
Hay dos historias sobre los dragones del hexagrama 1. SJ Marshall en The Mandate of Heaven explica el ciclo anual del dragón de la lluvia. Allí cuenta cómo pasa el invierno bajo el agua, en un barranco de la montaña, cómo el dragón despierta en la primavera y se lanza al vuelo sobre los campos y así trae la lluvia bendita. Cuando la gente ve que empiezan a juntarse las primeras nubes, sube a la montaña para hacer ruido, mucho ruido y arrojar cosas al lago a ver si logran que el dragón se enoje y venga a caminar a la tierra de modo que esas nubes se conviertan finalmente en lluvia. (Encontró registros que indican que estos rituales todavía eran comunes hacia 1930).
Por ende, en la primera línea, el dragón aún está dormido bajo el agua; en la línea 2 aparecen las nubes; en la 4 el dragón pega el salto la abismo; y en la línea 5 ha llegado la lluvia. Todo esto tiene mucho sentido si se lo toma a partir del significado más simple del propio Qian: ‘secado al sol’. Qian es la sequía y necesita que la magia traiga la lluvia. El hexagrama entero habla de traer la lluvia, de despertar lo que está en potencia para llevarlo a la acción.
Aunque también hay un dragón más grande y remoto aquí: El Dragón Azul o Seiryu, una constelación enorme cuyo viaje a través del cielo nocturno rige el año agrícola. A mediados del invierno está completamente oculta por debajo de la línea del horizonte, dormida en las aguas del más allá del fin del mundo. A finales del invierno se ve su cuerno sobre el horizonte al atardecer; aparece en la primavera y para el solsticio de verano, el dragón completo de cuerno a cola ya vuela en el cielo. Stephen Field en The Duke of Zhou Changes traduce la línea 6 como ‘dragón poniente’ literalmente ‘dragón sin cabeza’: la cabeza de dragón ha desaparecido de la línea del horizonte, ha quedado decapitado. Y luego (en el texto para cuando mutan todas las líneas) el dragón sin cabeza se ‘une’ por completo debajo del horizonte: “Mientras avanzan las estaciones, el dragón desaparece por completo de la línea del horizonte occidental en donde libra una lucha por el imperio con la Tortuga Celestial (Corona Australis). El pronóstico de “ventura” presagia la victoria del Dragón y el renacimiento del año.’
Parecen ser, en mi opinión, dos imágenes paralelas del mismo dragón, uno que inverna en los estanques de aquí y otro en el abismo líquido del más allá del mundo. En donde parecen diferenciarse es en las maneras en que podemos vincularnos con cada uno. En un caso se trataría de observar las constelaciones como si fueran nuestro calendario y vivir de acuerdo con el tiempo celestial. En el otro, la opción sería la de tomar la iniciativa y salir a despertarlo. (Marshall recomienda que la traducción de esta línea sea: ‘Dragón sumergido. No puede hacerse uso de él’ para dejar implícito que hay que salir a despertarlo —pero el uso del negativo en la frase se toma habitualmente como un imperativo ¡No lo hagas!). ¿Obedecer y seguir el tiempo celestial o invocar los poderes de la naturaleza a través de la magia?
Si se leen las Alas del hexagrama 1, se encuentra ayuda para responder la pregunta (y además se nos revela que no existe tal dicotomía). Seguir el tiempo celestial no es una cuestión pasiva:
‘El gran esplendor completa y comienza
Las seis posiciones consuman las estaciones
Las estaciones montan a los seis dragones
Y con ellos imperan en los cielos’.
(Tuanzhuan, traducción de Bradford Hatcher).
Se trata de dar con el momento oportuno, de mirar al dragón y ser siempre capaz de responder la pregunta ¿qué hora es?, entonces saber cuál es la acción correcta y oportuna. (Yuan heng li zhen —adivinación pura). Y si uno sabe lo que es correcto para el momento… estonces tambiés sabe cuál es el poder que crea la corrección —Qian. Podría decirse que vas montado en un dragón.
Esta imagen trae ecos antiguos: KC Chang en Art, Myth and Ritual cuenta cómo algunos animales, incluidos los dragones, ‘hacían las veces de ayudantes o chamanes en la tarea de comunicar al cielo con la tierra, y a los espíritus con los vivos’. En la serie Classic of Mountains and Seas, los dragones que se pueden montar se ‘asocian indefectiblemente con entes que traen y llevan mensajes entre el cielo y la tierra’ —como ese héroe que regresa a la tierra después de su audiencia en los cielos y vuelve con una particular colección de canciones.
La selección de las imágenes de los autores de las Alas dice más o menos lo mismo, que cuando montas en dragones entras en comunicación con los cielos. ‘Montar’ (el mismo verbo que utiliza el Yijing para ‘conducir’ un equipo de caballos) supone cierta destreza, pero de ninguna manera implica que uno imponga su voluntad al dragón – más bien sugiere que tu voluntad y la del dragón coinciden. Así, tu propósito resuena con la Fuerza de lo creativo y logras actuar en el momento oportuno.
… Y ¿acaso no es eso la magia? Uno comienza con el ritual en el estanque del dragón cuando ve las primeras nubes, no cuando a uno se le antoja. Miras al cielo y sabes cuándo es el momento para hacer la magia. Y luego
“El movimiento del cielo es incesante
El noble en su fortaleza no se detiene.”
Es nuestra propia fortaleza la que es incesante, porque estar en armonía con el tiempo es ser poderoso. El Dazhuan en su listado de los héroes de la cultura que, probablemente, ‘extrajeron la idea’ de algún hexagrama, dice de los antiguos reyes sabios que el Emperador amarillo, Yao y Shun dejaron que sus túnicas colgaran libremente, y sin embargo todo lo que hay bajo es cielo es ordenado. Probablemente esto lo tomaron de Qian y de Kun.
El hexagrama 1 en las consultas
Cada línea del hexagrama 1 que muta es una apertura. Lo entero se abre y hace lugar para que pueda llevarse a cabo la acción. Cuando no muta ninguna de sus líneas no hay flexibilidad, hay solamente Fuerza creativa firme. Muchas veces esto significa algo como ¡Una idea muy potente! ¿Cómo podría hacerse realidad?
Cuando hay líneas que mutan, el hexagrama derivado es el mapa exacto de aquello que se abre para que pueda hacerse realidad. El campo de acción para la fuerza creativa. La forma en la que puede manifestarse.
Y cuando nos sale el hexagrama 1 como derivado, la cuestión es de una realidad mayor, de mayor envergadura, de mayor duración, en donde hay que mirar desde otra perspectiva tu experiencia, tus esfuerzos y tus razones. Dependiendo de la situación y de tu modo de actuar (es decir, dependiendo del hexagrama principal y de cuáles líneas deben cambiar para llegar al 1), puede que te diga que se aumenta el poder de lo que acometas y que eso será una bendición; y a veces puede que te diga lo que no es lo adecuado o que no es el momento oportuno. Aunque siempre parece decir algo como: hay otro modo, uno más amplio de mirar este asunto’.
Por último, cuando hablamos de Qian en términos generales como lo he hecho aquí, siempre suena enorme y espléndido, hay dragones, cielo, impulso creativo y verdad absoluta. En las consultas no necesariamente es tan majestuoso. Las estrellas, los dragones y los robles tienen Qian. Pero también lo tienen la lavandería, el llevar las cuentas y las calabazas.